OBLIGADA A CASARSE CON SU VIOLADOR

El caso de una menor marroquí que se suicidó tras ser obligada a contraer matrimonio con su violador ha vuelto a poner de manifiesto la situación de la mujer en el país magrebí.

Amina, de 16 años, vecina de la ciudad de Larache (norte de Marruecos), fue violada hace más de un año. "Mustafa la sacó de casa, la amenazó con un cuchillo y la llevó al bosque cercano", relata Hamida, la hermana de la fallecida.

Pese a que los familiares de la joven presentaron una denuncia por agresión sexual, conocidos de ambas familias intervinieron para que se retirara la denuncia y el violador evitara la cárcel. El código penal marroquí exime el violador de una menor de la sanción mientras acepte casarse con su víctima siempre y cuando no se formule una denuncia contra él por parte de la familia de la menor. Así que Amina fue entregada en matrimonio al hombre que la había violado.

"Si la casamos fue para protegerla y evitar así que la gente hablara mal de ella. En casa de su marido no le daban de comer, la maltrataban y éramos nosotros quienes teníamos que comprarle la ropa y la comida. Su suegra la amenazaba sistemáticamente, son una familia de delincuentes", explica Hamida.

Amina puso fin a su vida el pasado sábado ingiriendo un matarratas en la casa de sus suegros, desesperada por el maltrato que sufría del esposo y su familia, además del rechazo de su propio padre que se negaba a recibirla en casa. 

Sin repercusión en la prensa

El suceso ha pasado casi inadvertido en la prensa marroquí. Pese a que el suicidio de Amina fue primero desvelado por un diario escrito, ningún otro medio se ha hecho eco del asunto, a excepción de algunos portales electrónicos.

La familia de la menor denuncia además que su esposo se encuentra en libertad. "Lo detuvieron pero ahora está en libertad hasta que terminen las investigaciones", ha manifestado la hermana de la víctima. Según Hamida, Mustafa merodeaba por el lugar del funeral armado con un cuchillo.

Varias asociaciones feministas y militantes de derechos humanos marroquíes se congregarán el jueves al mediodía en una sentada frente al Tribunal de Primera Instancia de Larache, para denunciar esta tragedia y condenar el matrimonio precoz y la violencia de género.